Te despojo del brillo en tus ojos
Un líquido tibio y rojo me llena
Tu carne, una delicia sentir como crujes
entre mis dientes, mis labios
ya no te oigo, tus quejidos se apagaron
pero todavía te siento luchar.
En mi lengua siento tu corazón,
no puede más.
Ya no aguanto
te necesito, tengo hambre,
hambre de tu piel,
de tus huesitos que ahora se desploman
se desasen en mi dentadura
Sabes bien
No desperdicio nada
me limpio hasta la última gota de ti…
Pero no es suficiente, quizás
un pájaro negro... o un pez de agua dulce...