No lo conocí.
Con que palabras explico lo que siento?
Nunca lo conocí, el no me alcanzo a ver
No alcance a ver sus ojos envejecer
Para los hombres sus ideales son más importantes que ver a sus hijos crecer?
Tantas veces ignoro los avisos, las señales de algo que estaba sucediendo pero nadie quería ver.
Nunca lo vi, es verdad pero lo comprendo como si el con sus mismas palabras, me hubiera explicado su sacrificio y el de sus hijos.
Creer en el hombre no está del todo mal- diría. Quiero cambiar el mundo para mis hijos y mis nietos, aunque yo nunca los vea convertirse en hombres de bien, en mujeres derechas. Estos son mis ideales doy mi vida por ellos!
Lo extraño, nunca pude sentarme en sus piernas para que me regaloneara, no me pudo malcriar. Tampoco estuvo para cuando Salí del colegio, menos cuando hice abuelo a mi padre. No probo mis sopaipillas ni mis píes de limón. Le hubieran encantado, no me dio el secreto de su pebre tan famoso.
Cada vez que veo un viejito me pregunto cómo será mi abuelo el día de hoy, si caminaría agachado o seria un viejo choro.
Sé que nunca podre preguntarle si tuvo miedo en ese momento, si pensó en su esposa cuando ya le quedaban segundos, en la mirada de sus hijos sin saber de su padre.
Donde están? esa pregunta una y otra vez. La leo en todas partes cresi preguntándome lo mismo, hoy yo sé donde está, en todas partes!! Yo me acuerdo de él, aunque nunca lo vi ni escuche sus discursos, aunque no hay un lugar donde dejar flores ni olvidar, como los otros muertos.
El no creía en dios, creía en la palabra, en la razón, odiaba la violencia. Todavía lo extraño aunque no lo conocí.
El 23 de agosto del año 74’ dejo de esconderse y se quedo en la casa esperando. Era temprano a las 6.30 un grupo de militares allanaron la casa, lo levantaron, preguntaron por su cedula de identidad. Lo interrogaron por algunos compañeros, algo sobre una lista. Al no responder nada, y sin ninguna orden de detención se lo llevaron. Dijeron que lo llevarían a la escuela militar y después quedaría en libertad.
Se llamaba Stalin Arturo Aguilera Muñoz tenía 41 años, maestro pintor. Él es uno de los 119 solo un numero para los demás, para mí era mi abuelo nunca lo conocí, ni él me vio crecer.
Susana Darkstar.-