Abismo

 Desde arriba mirando hacia abajo puedo ver el miedo en unos ojos oscuros como los míos. Puedo sentir el dolor salir por los poros en forma de sudor. Saborearlo, masticarlo.

Todo un ser temblando de miedo y dolor debajo de mis pies. 

En mí enciende un corazón que está lejos. Un corazón oculto del mundo. 

El sonido de la voz quebrada por culpa de mis pasos. Dejando huellas en una piel que aún que pareciera de acero se marca por unos momentos, hace que mi propia piel de hielo se erice.

Apoderarme de un cuerpo que quiere conocer más el dolor y la incertidumbre de cual será mí próximo paso se siente como mirar el abismo con la tranquilidad de estar viendo el mar.

 Recibir a voluntad a un ser perdido mostrándole el camino de la sumisión nunca había sido tan intenso. 

Incluso sin tener la necesidad de entregarme ni rendir mí carne para sentir placer.

Y eso soy. Soy la que te muestra ese abismo.

Ya no es amor ni odio, es vivir al límite. Es querer siempre más, llegar al placer tocando la nada flotando en la oscuridad de mis ojos.

Eones

Encontré tantas estrellas, tantos lugares que llame hogar. Hogares con forma de corazón espacios donde me podía dormir tranquila y despertar sin penas.

Aprendiendo fracase al primer intento 

El espacio tiene tantas estrellas que vivir con una parecía egoísta incluso diría que injusto. 

Como tal principito un día encontré una estrella que había dibujado en otra realidad. Y en su cielo aveces podía ver explosiones de luces orgásmicas de colores pero de nuevo era algo egoísta, siempre tan egoísta.

En un acto suicida me aleje de todo y como un cohete atravesé muchas constelaciones, las 12 casas.

Siempre evite el sol pero secretamente soñaba con morir en él. Un dia en ese acto suicida lo atravesé  y su calor no me mato. Es más, me hizo más grande. Crecí pero me demoré en atravesarlo, me quemo, para al final solo transformarse en otra cosa. 

Y en el centro de mí se derritió toda esa tierra negra. Un espiral cambiando todas las materias a mi alrededor y que pasan por mí. 

Ahora nunca estoy llena. 

Ahora estoy a la velocidad de la luz. Porque ya pase eones de tiempo rodando sin sentido. 

El tiempo acá no tiene comienzo ni fin. En medio de todo, donde ya no crecerán más estrellas solo quiero descansar. Cerrar los ojos olvidarme de los astros, borrar todo. Dormirme en estrellas que se murieron antes de mí existencia.