28.10.15

"Tus besos, como droga de entrada"



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Aunque sea por un  tiempo. Como sea, quiero pasar contigo amaneceres 
Ahogarme en mares de placer,
Esconder el fuego debajo de la tierra
Volvernos invisibles entre la gente
Desaparecer calles y edificios de un solo beso.
Esconder tu boquita con mis labios 
Ahorcar tu cuello tenso

Seguir escondiéndonos en sombras como aguas turbias.
Sin perder la vista
Jugar a morir, a apretar los ojos como para siempre.
Jugar con la respiración del otro.
inventar un idioma sin letras ni sonidos.

Hasta que cierres los ojos
hasta que te sepulte como un sol
no puedo vivir sin las estrellas, pero ellas ya no te encaminan 
el viento sigue borrando los caminos hacia mi,  soplo como el viento,

ahora somos cenizas.

6.10.15

Mausoleo silencioso.

Amantes en el frio buscando el calor perdido. Estan muertos y frios, las aves vigilan las manos que se pierden entre las carnes. Los amantes asesinados por amor, esos que murieron desangrados, con las costillas entre abiertas. Se buscan el calor con sus bocas secas perfumadas de flores. No sienten frio, no pueden sentir mas frio del que ya tienen en los huesos. 
Cegados el uno en el otro. Desde un quejido moribundo algo comienza a latir, ya no son ecos, cada embestida es un latido nuevo. Los amantes muertos comienzan a sentir el frio, la lluvia los moja, el aliento les dibuja gestos de placer. Los labios se vuelven rojos. Sienten el calor otra vez en sus manos 
los fluidos los van llenando desde abajo hasta la cabeza. Volviendoles el color a los ojos.

En la penumbra se ven dos sombras entrelasadas inagotables jadeando apoyadas en una fria pared rodeados de flores secas. Atraves del vitral les vuelven los colores a la piel. Los pesones se enduresen en cada bocanada de aire que llena el vacio que en algun momento era un pasillo desolado. Las manos amoratadas de mortandad se calientan con el rose de los cuerpos que cada vez mas dejan el olor a flores de olvido y se convierte en el olor a sudor, lluvia, tierra mojada.. 
Los amantes se ven por primera vez a los ojos se encontraron entre todos esos huesos olvidados y nombres viejos. Los amantes muertos se despiden y vuelven a su eternidad. Hasta que otra vez llueva, hasta que otra vez mueran de pena.