No lo quise ver. Decidí que el último eclipse ya lo vi y no necesito ver más eclipses.
Porque el ultimo era perfecto imposible pero perfecto he imperfecto a la vez. Sólo un octavo de oscuridad total. Era perfecto porque el agua era del color del cielo y mi sol. Y el viento era frío como estas últimas noches particularmente.
Ya no quiero ver más eclipses en mi vida por que quise oscurecer el sol así como para siempre. Y aún no puedo acostumbrarme a ver así. Por 55 días llevo la espalda descubierta a las sombras pero no me pueden mirar a la cara. No pueden mirar que ya no levanto la vista por miedo a ver el eclipse y al verlo terminar, se me olvide como es vivir a oscuras.