Labios de recuerdo

Todavía estoy amarrada a la cama con correas. En los momentos en que puedo levantarme me cuesta no puedo caminar mis piernas tiemblan.
No quise matarlo, es lo único que puedo decir. Ahora estoy encerrada en mi propia mente y en este lugar de locos donde no me hallo, ¡no estoy loca! no lo estoy.
Cada vez que sueño le hago el amor a un ser inexistente con piel de aire y labios de recuerdo. Despierto exaltada por los sueños turbios con un sabor dulce en mi lengua. En mi mente los retorcidos besos me dejan con hambre, pues son imaginarios, no existen de verdad. Según mi psiquiatra.
Extraño ser libre, antes cuando pertenecía a ese mundo. Hace unos años desde que lo conocí, o sea desde que lo vi porque nunca me conoció.
Te aceche por mucho tiempo hasta que ya no pude más: te convertí en mi víctima.
Dijeron que era raro que las mujeres se comportaran así pero nunca sabrán porque lo hice. No tienen idea.
Pienso mientras miro por la ventana afirmándome de los barrotes ¿Porque nunca se dio cuenta que era mío y de nadie más? Yo solo quería que me amara, y deseara como yo a él, No que me tuviera miedo.

Estuviste una semana conmigo porque decidiste no comer ni beber agua. Eso me enojaba mucho. No era necesario que gritaras ¿vez? Tenía que hacerte callar a palos. -Hablo como si pudieras escucharme.-
No controle mi fuerza. Creo que se me fue la mano con las torturas, es que me gustaba ser su dueña y jugar como un gato con su presa.
Ahh tan dulce, estaba muy enamorada pero no podía obligarlo a tocarme. El día que cerró sus ojos me quede esperando a que despertara.