6.3.11

El olvido.



Una rosa de cristal nace de tu mano en mis sueños. Estaba fría, era como si depositaras olvido infinito en mí. Te vi entre nubes negras.


Me siento con los ojos cerrados. Mi cuerpo entumecido, mis labios apretados. Solo quiero despertar, aquí hay un silencio blanco. Todo parece envuelto en sabanas. Puedo sentirte en la niebla densa, pero no consigo abrir mis ojos.


Quería encontrar la manera que el sol se nuble para que no haya otra cosa que me queme. Descubrir el sitio perfecto, donde no suene otra cosa que esos latidos, que son más que la música que escucho…


Sentada en un mármol derrumbado, ya no siento frío. No estoy durmiendo. No es un sueño, la gente pasa mirando figuras de losa vacías, pero no ve la rosa de cristal que crese en el medio de mi descanso eterno.

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