9.3.16

El sol se fue.

Llegó el día que el sol se fue
No sabía cuánto lo necesitaba hasta que se apago para mi
Recuerdo acariciar sus cabellos tibios 
Recostarme encima de su piel escarchada y caliente a la vez
Escuchar cada latido como si un océano viviera dentro, rugiendo furioso. 
Brillando para todos, encandilando por donde pasara. En especial para mí, que ya quede ciega de tanto mirarlo a los ojos.
Dejar ir el sol 
resignarse a vivir en la sombra, 
esperar la noche y sólo ver su reflejo en las estrellas. Tanto tiempo ignorar su existencia, desprecie sin sentido su calor para no tener que  volver a esta oscuridad triste. 
El sol se fue.

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