Nunca voy a ser esa, me reuso. Me niego a complacerte a complacer a nadie más que a mi misma.
Ya me desangre, ya contuve todos mis deseos en una cajita de metal sellada en el silencio.
El océano siempre se pone bravo cuando me acerco, me quiere llevar. Esta arto de ahogar mis soles y mis lunas.
Apagando fuego del sol y escondiendo el frío de la luna.
Miro todo otra vez como si no estuviera presente totalmente disociada entendiendo que a la orilla del mar está el final de toda esta mierda.
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