"Quizás alguien aprenda lo que escribí. Mi sonrisa es por las fotos que veo con los ojos cerrados. Ya no estaré sola cuando sueñe que camino hacia tu puerta. No despertare más cuando la abra. Seré feliz escuchando las frases leídas que se quedaron como un eco, veré como el viento se lleva las cenizas del fuego que ya me quemo para siempre..." Protegido por derechos de autor.
Desde arriba mirando hacia abajo puedo ver el miedo en unos ojos oscuros como los míos. Puedo sentir el dolor salir por los poros en forma de sudor. Saborearlo, masticarlo.
Encontré tantas estrellas, tantos lugares que llame hogar. Hogares con forma de corazón espacios donde me podía dormir tranquila y despertar sin penas.
Es que era por mi pelo negro
Por la sangre que comparto
Porque en los sueños rompo caras de loza,
mascaras.
Ya no quiero que me duela.
Mis cabellos están cansados
Despertar y olvidarme de las caras sucias.
De mi sangre, y de mis parpados que ven rojo en la oscuridad.
Me regalaron flores imaginarias,
Cantaron a las estrellas canciones del color de mis ojos.
Me leyeron los versos muertos, esos que la gente olvida.
Ahora escucho un latido a lo lejos con mi nombre
Susurra que no moriremos solos, que esta maldición se termina aquí.
Pero estoy tan acostumbrada a vivir desterrada de la luz del sol
A ya no ser una jaula de piel
Aprendí alimentarme de aves que siempre vuelan más rápido que yo.
Soñando con amaneceres en la espalda de otros.
Dejarte ir como una inundación en mi cuerpo.
El miedo me mantiene fría alejada. Ahora me da miedo sentir. Tengo en mi un nudo imposible de desatar. Estoy conteniendome, conteniendo, apretando, corazón en mano para que no se pierda otra vez. Para que esté en mí y no en otro. Estoy escondiendo todas las tijeras y cuchillos para no desatar este nudo. Porque mi amor también es una ponzoña que te marcará, es tan infeccioso que jamás vas a sanar. Tan dulce y dañina como el azúcar más cristalina.
Aunque si me espera en la cima le dejaré romper mis cadenas otra vez.
Fría pero transparente
Frágil pero tan filosa que si me rompen puedo matar
Y volver a ser cristal durmiendo en el fragüe
A ser distintas figuras conteniendo una belleza que no se puede tocar.
Aveces extraño alguien que no existe
Un reflejo de un sueño antiguo
En sueños que en todas las vidas que tuve lo eche a perder.
Aún siendo de vidrio
Un vidrio tan reutilizado que se siente que esa fue la última vez
Pero nadie lo sabe realmente.
Lo distinto es que todo se siente como si esa fue la última vez
Cada vez más desierto
Tan seco y frio
Insoportable de día y de noche.
Amarrada
Momificada
Los pies en el aire colgando de miles de cuerdas
Las lagrimas sin sentido
mis suspiros sordos
Mi grito mudo
Busca en el lugar más oscuro de tu ser
escondida de toda luz
en un cajón olvidado, ahí estaré
Durmiendo en la cama que tu hiciste
Quemando las sabanas donde arropaste tantas mentiras
Cantando canciones al revés
Descansando sobre huesos que nadie quiere
A la vez convirtiendo mi ser en un inalcanzable
Ser de nadie
Ser de oscuridad
En una adiccion virtual
Llena estoy como el lado oscuro de la luna
Se quemo el arbol
Estoy desapareciendo
Ya no duermo en la orilla
En la noche suenan las alarmas
Agradezco que me permitan mantener el dedo despierto para escribir esto.
Estoy desapareciendo otra vez pero solo para convertirme en otra cosa
Solo para vivir otra vida. Estoy convencida que sí es un ciclo constante
Y aquí estoy mutando otra vez, lo malo es que no sé a que voy, nunca voy a saber. Siempre voy a nadar en contra de la corriente, al revés de todo, de cabeza.
Todo es un incierto, lo único cierto es que no hay vuelta atrás.
Que de aquí adelante nada será lo mismo y es lo que más me satisface. Más que orgias sin sentido, y amores vanales.
No más soles ni aguas ni océanos
Todo esta aquí adentro en mi interior y aquí me quedaré. Escribiendo cosas que nadie lee pero que se escuchan bonito.
Y son aguas turbias
No puedo ver el fondo
No sé si al fondo me espera solo oscuridad
Quiero creer que no
Que es solo mi propio reflejo estoy mirando dentro de mis ojos otra vez todo en espiral.
Sigo ignorando ese dolor
una espina que me quedo de ese corazón de escarcha.
Siempre me queda un subvenir. Un recordatorio para saber por qué sí y porque no.
Ahora la espina cada vez me duele menos.
Se va soltando.
O yo la voy soltando quizás.
Llegue a un oasis, un espejismo
La desolación de los mares que ya se secaron me nubla la vista
Me gustas tu y tu esposa. Los imagino como personajes dentro de un cuento porque se ven como salieran de un cuento. Así como ‘Erase una vez un rey y su hermosa esposa que vivían en un castillo al lado del mar’ los veo como una fantasía que nunca se cumplirá. Porque aunque estén en este mundo y en esta ciudad, para mi están a siglos de distancias.
Me gustaría ser la bruja de tu cuento que te hechiza, que te deja como un esclavo de mis más torcidos fetiches y luego está tu mujer que solo puedo imaginar, soñar como debe ser de suave esa piel blanca y tersa. Esa voluptuosidad abrumadora que en la realidad ni sé cómo hablarle en persona. Los volvería mis juguetes más preciados y amados, como los que guardo debajo de mi almohada.
Puedo imaginar también que soy la criada, me conformaría con eso. La que les prepara el baño y los desviste lentamente con una serenidad ceremoniosa, con una expresión tan seria como si no tuviera un volcán en el vientre. Esa criada que se queda detrás de puerta en la penumbra, o esperando que le pidan asistencia con la esponja de baño, soñando como también se bañan juntos por horas en la vida real.
Mientras tanto estoy en un rincón del departamento con una copa en la mano divagando como seria si me invitaran a ser tercera. Pero más me gusta imaginármelos como en un cuento rococó ambientado en el siglo xv, con pelucas y corsés, ojala con dragones incluidos, elfos y hadas porque son tan inefables que no se merecerían otra fantasía.
