Reclamare lo que alguna vez me susurraste.
La jaula de pájaros mudos,
un gato blanco y uno negro. Hembra y macho como nosotros.
Las nubes de colores, dibujadas con tu oleo.
Algo parecido a mí, un pedacito de mi carne.
Ver el lugar donde fuiste libre, donde corriste sin riendas
oler el pasto mojado de tu casa
pero esta brisa toxica se lleva mis reclamos
No finjas estar dormido.
Me escucharas aunque tenga que meterme en tu coraza onírica.
Para mí no es un desafío.
Me susurraste, lo prometiste.
Ahora te vez como la imagen sombría
parada en un altar esperando una novia de papel.
Una que esta echa de hojas de caligrafía,
para que la letra te quede bien linda.
Soy tal vez hueso y pellejo,
aun así te puedo reclamar.