Sin vergüenza.

Me quede dormida en la micro. Pase de largo, baje y encontré donde unos labios dulces y suaves me taparon un poco la vergüenza.
Recuerdo que fue sorpresivo... un tanto torpe. Camine un poco mas y me detuve en ese lugar, creo que queda algo de ese aroma.

Mire y mas allá estaba la puerta que apresaba algunos gemidos y risitas nerviosas. Todavía estará el espacio en el colchón? y la marca de la mano en el espejo donde se apoyaba para contarme un secreto, ese, que sabía a su perfume de lolita?

Estarán las cenizas que hicieron un camino desde mi cuello hasta el suyo?
Me quede parada, tratando de pensar que sí estaba durmiendo, que me había pasado de largo, que la verdad era que esa tarde fría, no esperaba a nadie.

Pero el perfume estaba ahí y ella también.